El Espíritu Santo: Dios con nosotros y en nosotros
Escuela Dominical
Catecismo de Heidelberg
Día del Señor 20
Tema: “El Espíritu Santo: Dios con nosotros y en nosotros”
De Dios el Espíritu Santo
- 53. ¿Qué crees acerca del «Espíritu Santo»?
Primero, que Él es Dios eterno junto con el Padre y el Hijo. Segundo, que Él también me es dado, y por medio de la verdadera fe me hace participante de Cristo y de todos sus beneficios me consuela y morará conmigo para siempre.
Introducción
Querida congregación, hoy meditaremos en una verdad preciosa acerca de la tercera Persona de la santísima Trinidad: el Espíritu Santo. El Catecismo, para entender la divnidad del Espíritu Santo, nos enseña que:
- El Espíritu Santo es Dios eterno, junto con el Padre y el Hijo.
- El Espíritu Santo me es dado personalmente.
- Él me hace partícipe de Cristo y de sus beneficios,
- Él me consuela y mora conmigo para siempre.
Pensemos en esto: ¿alguna vez te has sentido solo en su fe? ¿Has pensado que la vida cristiana es demasiado difícil para vivirla? Hoy Dios, usando el Catecismo, nos recuerda una verdad bíblica fundamental: que no estamos solos. El Espíritu Santo está con nosotros, y está en nosotros. Esta es una doble realidad poderosa que sólo el Espíritu Santo puede hacer: estar con nosotros, sí con cada uno de nosotros aquí y con cada creyente en todo el mundo; y está además en nosotros, es decir, mora en nosotros.
I. El Espíritu Santo es Dios eterno
El Catecismo comienza diciendo: “Primero, que Él es Dios eterno junto con el Padre y el Hijo”.
- El Espíritu no es una fuerza, ni una energía, ni una influencia, ni una cosa, ni un algo. Él es Dios. Por eso el Catecismo usa el pronombre “Él” para remarcar que estamos hablando de un Ser personal, de una Persona divina.
- Como el Padre creó, y el Hijo redimió, así el Espíritu aplica esa salvación a nuestras vidas.
Hechos 5:3-4 muestra que mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios. Mateo 28:19 nos incluye al Espíritu en el bautismo, junto con el Padre y el Hijo. Y 2 Corintios 13:14 nos muestra que el Dios trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) nos bendice al mismo tiempo con su gracia, su amor y su comunión.
Aplicación:
- Entre la comunidad hispana muchas veces se busca “espiritualidad” en emociones, experiencias o energías. Pero el Espíritu Santo no es una emoción: ¡Él es Dios mismo!
- Adorar al Espíritu Santo, escuchar su Palabra, obedecer su guía, es reconocer que Él es digno de la misma honra que el Padre y el Hijo.
II. El Espíritu Santo me es dado.
El Catecismo continúa: “Segundo, que Él también me es dado”.
Pensemos en esto: ¡el Espíritu de Dios eterno me ha sido dado personalmente! No es algo lejano ni reservado solo para líderes o pastores, sino para cada creyente en Cristo.
Romanos 8:9 dice: “Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”. Eso significa que cada verdadero creyente posee al Espíritu.
2 Corintios 1:21-22 dice: “Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones”. Sí, el mismo Espíritu Santo es las arras, es decir, la garantía, el depósito divino, el pago por adelantado de la herencia eterna de los creyentes en Cristo.
Experiencia personal:
- Muchos de nosotros crecimos con la idea de que Dios estaba muy lejos. Pero cuando conocimos a Cristo, descubrimos que el Espíritu Santo vino a habitar en nosotros.
- Tal vez alguien aquí recuerde ese momento cuando, al leer la Biblia, las palabras parecieron cobrar vida. Eso es obra del Espíritu en nosotros.
Aplicación:
- En la vida cristiana, no dependemos de nuestra fuerza, sino de la presencia del Espíritu.
- En nuestras familias, en nuestras luchas contra el pecado, en la tentación: ¡no estamos solos! El Espíritu Santo ha sido dado para fortalecernos.
III. El Espíritu Santo aplica los beneficios de Cristo
El Catecismo sigue: “y por medio de la verdadera fe me hace participante de Cristo y de todos sus beneficios”.
¿Qué significa esto? Que la obra de Cristo en la cruz no se queda en el pasado, sino que el Espíritu Santo la trae hasta nosotros hoy. Además de que es Él mismo quien nos imparte fe, quien crea la fe en nosotros al oír la Palabra de Dios, así como abrió el corazón de Lidia, la vendedora de púrpura, para que estuviera atenta a lo que Pablo decía (Hechos 16:14).
Ejemplos:
- Cristo ganó el perdón en la cruz; el Espíritu aplica ese perdón a tu corazón cuando te arrepientes.
- Cristo nos adoptó en la familia de Dios; el Espíritu da testimonio en nuestro interior de que somos hijos de Dios (Romanos 8:16).
- Cristo venció al pecado; el Espíritu nos da poder para decirle “no” al pecado y “sí” a la santidad.
Aplicación:
- En nuestra comunidad hispana enfrentamos injusticia, corrupción y tentaciones de idolatría. Pero el Espíritu nos recuerda que en Cristo tenemos libertad, perdón y esperanza.
- En lo personal, cuando sientas que no puedes más, recuerda que los beneficios de Cristo son tuyos porque el Espíritu te los aplica.
IV. El Espíritu Santo es Consolador y compañero eterno
Finalmente, el Catecismo concluye: “me consuela y morará conmigo para siempre”.
El Catecismo nos recuerda un tema importante de toda la fe cristiana: el consuelo, el consuelo que necesitamos tanto en la vida como en la muerte, y ese consuelo lo obtenemos por el Espíritu Santo; es más, Él es llamado el Consolador.
Jesús prometió en Juan 14:16-17: “Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador… Él mora con vosotros y estará en vosotros”.
Casi siempre hablamos de que Cristo mora en nosotros, y eso es verdad; pero también es verdad que el Espíritu Santo mora en nosotros.
1 Corintios 6:19-20 dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Aplicación y experiencia:
- El Espíritu Santo es llamado el Paráclito que significa Consolador o Abogado, el que camina al lado nuestro y nos consuela, nos ayuda en nuestras tribulaciones.
- Cuando estamos tristes, el Espíritu nos consuela con la Palabra.
- Cuando nos sentimos solos, Él nos recuerda que somos hijos del Padre (Romanos 8:16).
- Cuando la iglesia pasa por pruebas, Él sostiene nuestra fe.
No hay soledad más grande que creer que Dios nos abandonó. Pero la promesa es clara: “El Espíritu Santo morará conmigo para siempre”.
Conclusión devocional
Querida congregación, hoy hemos visto al Espíritu Santo de cuatro maneras:
- Él es Dios eterno.
- Él me es dado personalmente.
- Él aplica a mí los beneficios de Cristo.
- Él me consuela y estará conmigo para siempre.
La vida cristiana no se vive en soledad, sino en compañía del Espíritu de Dios.
Entonces nos corresponde:
- Escuchar al Espíritu en la Palabra.
- Confiar en su consuelo en medio de la prueba.
- Vivir en su poder para glorificar a Cristo.
Guía de Preguntas y Respuestas
1. ¿Quién es el Espíritu Santo?
- Respuesta: El Espíritu Santo es Dios eterno, junto con el Padre y el Hijo; no es una fuerza ni una energía.
2. ¿A quién le es dado el Espíritu Santo?
- Respuesta: A todo creyente verdadero en Cristo; no solo a pastores o líderes, sino a cada hijo de Dios.
3. ¿Qué hace el Espíritu Santo en nuestra vida?
- Respuesta: Nos hace partícipes de Cristo, aplica a nosotros sus beneficios (perdón, adopción, victoria sobre el pecado), nos guía y nos fortalece.
4. ¿Cómo nos consuela el Espíritu Santo?
- Respuesta: Recordándonos que somos hijos de Dios, trayéndonos paz en la prueba, dándonos esperanza en medio del dolor y confirmando que no estamos solos.
5. ¿Qué significa que el Espíritu Santo mora con nosotros para siempre?
- Respuesta: Que nunca nos abandona; siempre está en nosotros, guiándonos, consolándonos y asegurándonos la presencia de Dios en nuestra vida.
Preguntas de aplicación personal
- ¿Has experimentado la obra del Espíritu Santo en tu vida? ¿Cómo?
- ¿En qué áreas necesitas recordar que no estás solo, porque el Espíritu mora en ti?
- ¿Cómo podemos, como iglesia, depender más del Espíritu Santo en nuestro caminar diario y en nuestro testimonio entre la comunidad hispana en Estados Unidos?