¿Cómo concluyes tu oración?
Día del Señor 52
Parte 2
Lecturas bíblicas: Salmo 115; Romanos 11:33-36; Judas 24-25
128. ¿Cómo concluyes tu oración?
“Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria por todos los siglos”. Es decir, todo esto te pedimos porque tú, como nuestro Rey que tiene poder sobre todas las cosas, estás dispuesto y puedes darnos todas las cosas buenas, y por ello no nosotros, sino tu santo Nombre debe ser glorificado para siempre.
Ahora parece claro que las palabras finales de la Oración del Señor, como la llamamos, no eran parte del texto original de la Biblia. Decimos esto porque algunos manuscritos antiguos carecen de ellas completamente, mientras que otros tienen versiones más largas, o más cortas. La razón de esto es que probablemente la iglesia, desde tiempos muy antiguos, usó esta oración en la adoración y sintió la necesidad de tal conclusión para propósitos litúrgicos. Este final pudo haber sido compuesto, como unos han sugerido, usando 1 Crónicas 29:11-13 como base. De cualquier manera, no hay nada en este sumario final que sea contrario al sentido y significado de la oración misma o al resto de la Biblia. De hecho, el mismo contenido de la oración implica lo que está contenido en esta conclusión. Porque, ¿cómo podríamos orar la seis grandes peticiones contenidas en el cuerpo de la oración si Dios no fuese el gobernador todopoderoso que es capaz de darnos todo lo que es bueno? Y, ¿cómo presumiríamos pedir estas cosas si no supiéramos que al hacerlo es para su gloria? En otras palabras, ¡nunca podríamos pedir estas cosas si no creyéramos que Dios es capaz de hacer lo que pedimos, entendiéramos que estas cosas son para su gloria y supiéramos que será así para siempre!
El verdadero creyente responde con un “amén” de corazón a Dios. Es decir, expresa el acuerdo voluntario de su mente y corazón con la mente y voluntad revelada del Padre celestial. Y mientras mejor conozcamos esta oración que Jesús enseñó a sus discípulos, con más fuerza podemos decirla. Nuevamente recordamos al lector que esta oración es como una casa modelo. No está aquí para que vivamos en ella, sino que está aquí para que tengamos un plan para una casa en que podamos vivir. El propósito principal de Jesús al dar esta oración a sus discípulos era darles un modelo para sus oraciones. Sus palabras “vosotros, pues, oraréis así” (Mt 6:9), aclaran eso. Al aprender a entender el contenido de estas seis peticiones, y estar de acuerdo de todo corazón con el sentido y significado de ellas, también podemos responder con el “amén” de todo corazón en la conclusión.
Preguntas sobre la lección
- ¿Por qué es dudoso de que la bien conocida conclusión de la Oración del Señor estuviese originalmente en la Biblia?
- ¿Significa esto que no debemos usarla? ¿Por qué?
- ¿Qué necesitamos antes de poder decir “amén” correctamente?
Preguntas para estudio y discusión
- Ya que Dios se deleita en oír la oración de sus hijos, y ya que es capaz de darles todo lo que necesitan, ¿por qué a veces retiene lo que necesitan?
- Debido a nuestras debilidades, a menudo es cierto que oramos por las cosas buenas, pero realmente no las deseamos como debiéramos. En tales casos, ¿Dios todavía acepta nuestras oraciones? Provee apoyo bíblico para tu respuesta.