¿Cuál es la sexta petición?
Día del Señor 52
Parte 1
Lecturas bíblicas: Juan 16:7-11; Santiago 2:12-18; 1 Juan 2:15-17; 4:1-6
127. ¿Cuál es la sexta petición?
“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”. Es decir, puesto que somos tan débiles en nosotros mismos que no podemos resistir ni por un momento, y además puesto que nuestros enemigos declarados, el diablo, el mundo y nuestra propia carne, no dejan de asaltarnos, ten la buena disposición de preservarnos y fortalecernos por el poder de tu Espíritu Santo, para que no sucumbamos en esta guerra espiritual, sino que siempre resistamos fuertemente hasta que al final obtengamos una victoria completa.
Hay dos cosas que necesitan ser enfatizadas en esta sección de la exposición del Catecismo sobre la oración del Señor. Primero, de ninguna manera minimiza la magnitud del conflicto entre el creyente y la trinidad del mal: el mundo, la carne (es decir, nuestra naturaleza pecaminosa) y el diablo. El punto de vista bíblico es que en y por nosotros mismos nunca podríamos luchar contra estas cosas. Incluso los hombres más grandes de Dios tuvieron que luchar una difícil batalla, y podríamos decir que a duras penas la ganaron.
Sin embargo, en segundo lugar, el Catecismo dice que debemos resistir “hasta que al final obtengamos una victoria completa”. Después de todo, es muy cierto lo que dijo el apóstol Juan: “porque mayor es el que está en vosotros (es decir, el Espíritu Santo), que el que está en el mundo” (1 Jn 4:4). Y es precisamente porque estas dos cosas son reales que debemos aprender a pedir al Señor que nos conceda la fuerza que proviene del Espíritu Santo. Por un lado, como Jesús dijo, sin Él no podemos hacer nada (Jn 15:5); pero, por otro lado, como dijo el apóstol Pablo, podemos hacer todas las cosas por medio de Cristo que nos fortalece (Fil 4:13).
Ustedes notarán que esta sexta petición tiene dos partes. Primero, tiene una parte negativa: le pedimos a Dios que no nos meta en tentación. Aquí reconocemos la absoluta soberanía de Dios sobre nosotros. Podemos orar de esta manera solo si sabemos que nada está fuera del control de Dios. El libro de Job muestra esto claramente. Todas las calamidades que vinieron sobre Job fueron producidas mediante la agencia de Satanás, pero Satanás solo pudo hacer lo que Dios le permitió hacer. Ya que esto es cierto, no podemos perder de vista la idea que está implícita en la primera mitad de esta petición: que, si somos tentados, entonces será Dios (quien controla todas las cosas) que nos meta en esa tentación.
Si reconocemos correctamente nuestra debilidad, entonces, siempre oraremos que Dios en su misericordia tenga la buena disposición de librarnos de ser tentados. Si Pedro, por ejemplo, hubiera entendido su debilidad, hubiera pedido que fuese librado de negar a su Señor en vez de jactarse de que nunca haría tal cosa. Fue precisamente por esta razón que Jesús le advirtió que orara para que así no entrara en tentación (Luc 22:40).
Debido a nuestra debilidad, debemos pedir al Señor que no nos meta en tentación. Pero si después de orar así, es la voluntad de Dios meternos en tentación, entonces podemos después pedirle que nos libre “del mal”. Ponemos estas palabras entre comillas porque no estamos seguros del significado exacto del texto original en este punto. ¿Jesús quiso decir “el malo”, es decir, “Satanás”? ¿O quiso decir “el mal”, en cualquier forma que pudiera venir a nosotros ya sea del mundo, de la carne o del Diablo? No estamos seguros, pero en último análisis hace poca diferencia. Todo mal de alguna manera está relacionado con el príncipe del poder de las tinieblas. No obstante, la buena noticia es que vamos a ganar una victoria completa sobre ese príncipe y todo su reino.
No hay nada en toda la Biblia que justifique un engreimiento necio como el que tuvo Pedro cuando se jactó de que nunca negaría a su Señor. Pero, al mismo tiempo, también es muy cierto que no hay justificación para una actitud pesimista por parte del creyente. Pablo dice que Dios completará la buena obra que ha comenzado en nosotros (Fil 1:6). También aseguró a los cristianos de Roma que “el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies” (Ro 16:20). Cuando entendamos estas dos cosas y aprendamos a orar de acuerdo con el significado de esta sexta petición, encontraremos la ayuda que necesitamos para ganar la victoria a la que el Señor nos llama.
Preguntas sobre la lección
- ¿Por qué Jesús unió estas dos cosas en una petición?
- ¿Dios nos mete en tentación?
- ¿Cuáles son los tres principales enemigos del creyente?
- ¿Cuáles son las dos verdades principales que están implicadas en esta petición?
Preguntas para estudio y discusión
- ¿Cómo la Biblia puede enseñar que Dios nos mete en tentación y sin embargo que Dios no tienta al hombre?
- ¿Qué seguridad tenemos de que el pueblo de Dios, a pesar de sus debilidades, no será vencido, ya sea individual o corporativamente, por el Diablo?
- ¿Qué implicaciones pueden desprenderse de Juan 16:7-11 para la lucha cristiana?