¿Cuál es la interpretación calvinista de la salvación en Lucas 8:12?
Traductor: Martín Bobadilla
Hola
Tengo una nueva pregunta y no he encontrado respuesta, así que les pido ayuda.
La pregunta es desde una perspectiva arminiana y tengo dificultad para defender mi interpretación calvinista de la salvación en Lucas 8:12:
Si los hombres no regenerados son absoluta, total y completamente incapaces de responder al evangelio presentado de cualquier manera hasta que nazcan de nuevo primero, entonces ¿por qué Satanás quitaría la palabra de su corazón para evitar que crean y sean salvos (como dijo Jesús) si son totalmente incapaces de hacerlo?
¿Por qué Satanás quita la palabra? La respuesta de Jesús —«para que no crean y se salven». Después de todo, ¿por qué quitar la Palabra de un hombre muerto? Él está muerto, ¡no tiene la habilidad de responder al evangelio de ninguna manera! Parece que Jesús está enseñando que el hombre tiene esa habilidad y es exactamente por lo que Satanás quita la palabra —¡para evitar que crea y sea salvo!
Esto también parece refutar la gracia irresistible porque Jesús está enseñando que Satanás al quitar la palabra del corazón de una persona puede prevenir que sean salvos. Si Satanás puede evitar que alguien sea salvo, ¡la gracia de Dios no es irresistible!
Si Satanás no quitara la palabra, ¿se salvarían más personas en efecto? Después de todo, Jesús dijo que era para evitar que los hombres creyeran y se salvaran. Así que, si él no quitara la palabra, ¿creerían y se salvarían más hombres? Si no, ¿entonces qué impidió? Si no, entonces otra vez pregunto, ¿por qué quita la palabra?
Gracias por su ayuda
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Respuesta:
Gracias por plantearnos una pregunta que da mucho que pensar. Es crucial que nos comprometamos con las Escrituras y luchemos con las implicaciones de nuestras convicciones teológicas. En tu pregunta, planteas un asunto importante en relación con la interpretación calvinista de la salvación en Lucas 8:12 y la interacción entre los papeles de Satanás, la persona no regenerada y la gracia de Dios en el proceso de salvación.
Tú señalas con razón que el pasaje sugiere que Satanás quita la palabra del corazón de las personas para impedir que crean y se salven. Esto parece implicar que hay un potencial para la fe y la salvación, que superficialmente puede parecer que desafía las doctrinas calvinistas de la depravación total y la gracia irresistible. Sin embargo, es esencial recordar que el calvinismo no enseña que Dios salva a las personas en un vacío o aparte de los medios de gracia, en este caso, la proclamación del Evangelio.
El entendimiento calvinista de la parábola del sembrador, como se encuentra en Lucas 8:12, es que la semilla representa la Palabra de Dios, y los diferentes tipos de tierra simbolizan las diferentes respuestas de los corazones humanos al Evangelio. En el caso de la semilla que cae en el camino, Satanás arrebata la palabra, impidiendo que se produzca cualquier creencia o salvación.
Si bien es cierto que el calvinismo enseña la total incapacidad moral de la persona no regenerada, que es hostil a Cristo e incapaz de creer en el Evangelio, esto no niega la importancia del mensaje del Evangelio en sí. La presencia del Evangelio es una condición necesaria para que el Espíritu Santo actúe en el corazón de la persona no regenerada. Esto concuerda con Romanos 10:17, que afirma que «la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios». El Espíritu Santo debe hacer germinar la semilla de la Palabra de Dios en el corazón de la persona, capacitándola para creer y ser salva.
En este contexto, las acciones de Satanás para quitar la Palabra tienen sentido. Al quitar la semilla de la Palabra, pretende obstaculizar la obra del Espíritu Santo y frustrar el crecimiento de la fe que podría resultar de la presencia del Evangelio. Así, las acciones de Satanás no contradicen la comprensión calvinista de la salvación; más bien, subrayan la importancia del mensaje del Evangelio como condición necesaria para la obra del Espíritu Santo en el corazón de la persona no regenerada.
Si tuviera que usar una ilustración, tu argumento parece ir en la siguiente línea: imaginemos a un agricultor que siembra su semilla con la esperanza de una cosecha, pero llega un enemigo y roba la semilla. ¿Por qué no crece el cultivo? Ha llovido, así que debería haber habido crecido. Evidentemente, porque la lluvia necesita la semilla para que esta crezca. Sin ella no hay cosecha.
Para aplicar esto a la ilustración a la indagación de la Biblia que se planteó, es como decir, si la semilla de la palabra es quitada, ¿por qué el cultivo no crece de todos modos? En la interpretación calvinista (el crítico razona) el Espíritu Santo puede llevar a alguien a la fe de todos modos aparte de la Palabra. Pero esto no es lo que creen los calvinistas. Dios no salva a las personas en un vacío o aparte de la Palabra de Dios sino a través de la predicación del Evangelio. Si la Palabra falta entonces creemos que una persona es inhibida de venir a la fe. El Espíritu Santo debe hacer germinar la semilla del Evangelio para que haya vida. El hecho de que el pasaje en cuestión no hable directamente del Espíritu Santo no significa que no sea necesario. Esto me lleva a creer que la persona que hace la pregunta probablemente no es un verdadero arminiano clásico ya que las personas con esa convicción teológica también afirman la necesidad del Espíritu Santo en la salvación. Suena más como un semi-pelagiano o tal vez un provisionalista.
El hecho de que Satanás trate de impedir la obra del Evangelio no refuta la doctrina de la gracia irresistible. La gracia irresistible enseña que cuando el Espíritu Santo efectivamente llama a alguien a la salvación a través del Evangelio, la persona inevitablemente vendrá a la fe en Cristo. El poder de la gracia de Dios es irresistible, pero los medios de gracia, la proclamación del Evangelio, pueden ser obstaculizados por los esfuerzos de Satanás.
Como acotación, este tipo de razonamiento nos hace recordar a los individuos no reformados que afirman que los mandamientos de Dios en las Escrituras indican que las personas deben por tanto poseer la capacidad moral para obedecerlos. Sin embargo, como ilustra Romanos 3:19-20, no se deduce que un mandamiento demuestre inherentemente capacidad (mediante la ley adquirimos conciencia del pecado), ni alivia nuestra responsabilidad del mismo modo que alguien que no puede pagar su deuda queda absuelto de responsabilidad. En el caso de Lucas 8:12, se aplica el mismo principio. El mero hecho de que se arrebate una semilla no implica que una persona pueda llegar a la fe al margen de la Palabra. Hay un elemento crucial que falta en tu análisis: la Palabra y el Espíritu trabajan juntos. Esto subraya la importancia de abarcar todo el consejo de las Escrituras, en lugar de desarrollar toda una doctrina basada en un texto aislado y sacar conclusiones a partir de un razonamiento sin ayuda.
Por último, esto subraya la importancia de la oración. La batalla espiritual en torno a la proclamación del Evangelio, evidenciada por los esfuerzos de Satanás por arrebatar la Palabra, subraya la importancia de la oración en la evangelización. Los creyentes están llamados a orar por la obra del Espíritu Santo en los corazones de quienes escuchan el Evangelio, pidiendo a Dios que venza cualquier obstáculo y produzca fe y arrepentimiento.
En conclusión, la interpretación calvinista de la salvación en Lucas 8:12 reconoce la importancia del mensaje del Evangelio como condición necesaria para la obra del Espíritu Santo en el corazón de la persona no regenerada. Las acciones de Satanás para quitar la Palabra sirven para enfatizar la importancia del Evangelio y no contradicen las doctrinas de la depravación total y la gracia irresistible. Por el contrario, ponen de relieve la continua batalla espiritual que rodea a la proclamación del Evangelio y la necesidad de la gracia soberana de Dios para lograr la salvación de sus elegidos.
Espero que esta respuesta te proporcione una mejor comprensión de la perspectiva calvinista sobre este pasaje y cómo se relaciona con la tradición teológica reformada más amplia. Que continúes escudriñando las Escrituras diligentemente y crezcas en tu comprensión de la gracia soberana y el amor de Dios.