La Cuarta Petición
G.I. Williamson
Día del Señor 50
Lecturas bíblicas: Deuteronomio 8; Salmo 145:14-21; Mateo 6:25-33
125. ¿Cuál es la cuarta petición?
«El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy», es decir, dígnate proveernos todo lo que necesitamos para el cuerpo, para que por ello reconozcamos que tú eres la única fuente de todo bien, y que, sin tu bendición ni nuestros cuidados y trabajo, ni tus bendiciones, nos pueden beneficiar; para que, por esa razón, quitemos nuestra confianza de todas las criaturas y la pongamos solamente en ti.
Todavía existe una medida de incertidumbre sobre el significado de la palabra griega epiousion que se traduce “de cada día, diario, cotidiano”. No aparece en ninguna otra parte de la Biblia, excepto en la versión paralela de Lucas de esta oración, y se ha encontrado solamente una vez en escritos antiguos fuera de la Biblia. En tales casos, los traductores han tenido que adivinar su significado basado en su trabajo académico. Juan Crisóstomo, el gran predicador griego, la entendió como “lo necesario para la existencia, o lo necesario para la vida”. Unos han entendido que significa “para hoy, o para la ración diaria”, y otros la han entendido como “para mañana, o para el futuro”. Unos incluso han entendido que toda la frase de la cuarta petición se refiere, al menos principalmente, “al pan de la vida”, en otras palabras, el pan espiritual del creyente. Pero después de todo, queda todavía un elemento de incertidumbre en cuanto a su significado preciso, y puede que esto bien haya sido el propósito del Espíritu Santo que inspiró a estos escritores. Debido a que no conocemos el uso exacto de este término entre los antiguos, somos constreñidos a limitarnos a las cosas que son ciertas. Al hacer esto, no estamos disminuyendo la importancia de esta petición; al contrario, magnificamos su importancia.
¿Y cuáles son las certezas o cosas ciertas? Una es el hecho de que el pan siempre fue y todavía es hoy “lo indispensable para la vida” para usar una expresión. Con base en el bien conocido principio de usar un ejemplo particular que representa a toda una clase, el pan claramente representa o simboliza lo que es esencial. En otras palabras, en esta petición Jesús nos instruye a pedirle a Dios las cosas más básicas que necesitamos para nuestra misma existencia. Ahora bien, esto podría ser el pan para hoy, podría ser el pan para mañana; pero cualquiera que sea, lo principal está perfectamente claro: debemos pedir humildemente a Dios que nos conceda las cosas necesarias de la vida. Y de esto podemos hacer una deducción.
La deducción es que no merecemos incluso las cosas más básicas de la vida que necesitamos para nuestro sustento; sin embargo, es muy común que hoy la gente dé estas cosas por sentado para mantener, por ejemplo, que el gobierno nos debe dar lo que necesitamos para vivir. Qué contraste tan radical es cuando alguien dice con el patriarca Jacob lo que una vez dijo hace miles de años: “menor soy que todas las misericordias… que has usado para con tu siervo” (Génesis 32:10). Y eso no es todo.
Otra deducción que claramente se desprende es que incluso con respecto a las necesidades básicas de la vida es solo por el favor inmerecido de Dios que las recibimos. Por esta razón debemos estar contentos con la porción que Dios nos da. Esto no significa que no debemos trabajar diligentemente para mejorar nuestra condición, sino que lo que significa es que no debemos murmurar ni quejarnos si tenemos menos que alguien más, como si Dios nos hubiera negado algo que merecíamos. No, la verdad es que incluso si solo tenemos lo suficiente (sin nada extra para gastar), todavía debemos decir que hemos recibido, por la misericordia y benignidad de Dios, lo que no merecemos.
Finalmente, al orar esta cuarta petición se nos enseña que debemos aprender a confiar en Dios, y solo en Dios, incluso para las cosas más básicas y necesarias de esta vida. En reconocimiento de esta implicación fue que un sabio llamado Agur oró con estas palabras: “No me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios” (Proverbios 30:8-9). Jesús dijo que es particularmente difícil que un hombre rico entre al reino de los cielos, y esta puede ser la fuente de la dificultad: el rico tiene tanto que ya no necesita sentirse dependiente de Dios. Pero noten que cuando el pobre roba, él también renuncia, en efecto, a lo que esta parte de la oración del Señor enseña. Entonces, pidamos al Señor que nos ayude a orar esta petición con la sabiduría de Agur.
Preguntas sobre la lección
- ¿Qué significa la frase “de cada día, diariamente” (epiousion)?
- ¿Qué representa la palabra pan en esta petición? ¿Cómo Proverbios 30:8 nos ayuda a tener certeza de esto?
- Expón uno o dos principios que podemos deducir esta petición.
- ¿Por qué Agur oró que el Señor no lo hiciera rico ni pobre? ¿Estos peligros son diferentes o realmente son los mismos?
Preguntas para estudio y discusión
- Incluso los creyentes no siempre confían en el Señor para sus necesidades. Da unos ejemplos de tu propia experiencia que muestran una falta de confianza en el Señor. En estos ejemplos, ¿en qué o en quién se confiaba en vez de Dios?
- Ya que Dios es nuestro Creador, ¿no tiene la obligación de proveernos lo que necesitamos? Explica.
- Ya que Dios es el que nos provee, ¿tenemos la necesidad de trabajar o preocuparnos por las cosas que necesitamos?